Llevaba días planeandolo. Sabía a que hora no habría nadie vigilando, había concretado la mejor ruta para que no me vieran y tenía el escondite preparado.
Con lo que no contaba es con el esfuerzo necesario para robar la alfombra y llevarmela hasta mi cama.
He tenido que hechar una siesta en el camino y se me ha pasado el tiempo...
viernes, junio 23, 2006
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