Hecho de menos a Otto, después de que se fuera, la verdad, he estado durmiendo y durmiendo, pero no puedo olvidarle...
Tendríais que ver como relajaba todos y cada uno de los músculos de su cuerpo... Ayyys, yo no consigo quedarme tan pegada al suelo, también es culpa de la barriga, claro, pero es que él es un huroespecialista.
martes, agosto 22, 2006
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