La vida aqui es muy diferente, no tengo playa, asi que se acabaron los paseos en la arena... y tampoco he conocido otros hurones con los que jugar...
Pero por otro lado he tenido la suerte de encontrar un gran veterinario, y todos me prestan mucha atencion, por aquello de que no ven muchos hurones (tan guapos) como yo.
Ahora soy toda una viajera!